Los tornillos prisioneros de acero inoxidable son perfectos para fijar un objeto a otro sin necesidad de tuerca. Estos tornillos no tienen cabeza y vienen totalmente roscados, por lo que son ideales para entornos húmedos.
Un tornillo prisionero de acero inoxidable es la elección perfecta para fijar con seguridad un objeto dentro de otro o contra otro objeto, sin necesidad de una tuerca.
Estos tornillos de fijación suelen ser sin cabeza, lo que significa que vienen totalmente roscados sin cabeza, por lo que no se pueden ver desde el exterior.
El material de acero inoxidable lo convierte en la opción ideal para entornos húmedos, donde la corrosión puede ser un problema.
Este tipo de tornillo se utiliza a menudo para fijar una polea o un engranaje a un eje, por lo que es un gran complemento para cualquier taller.